- 10 de junio de 2019
- Escrito por: pcplastics
- Categoría: Actualidad

AIMPLAS, ANAIP, ANARPLA, AVEP, CICLOPLAST y PlasticsEurope, apoyan a la industria de los plásticos para llevar a cabo proyectos que mejoren la sostenibilidad de los productos y procesos del sector plástico. En este sentido, las tecnologías más avanzadas del reciclado tienen un futuro muy prometedor, donde el reciclado químico (que permite obtener de nuevo las materias primas) está llamado a ser la opción complementaria para conseguir una mayor circularidad de estos materiales.
A pesar de todas estas iniciativas y proyectos, el reto de los residuos abandonados o mal gestionados hace necesario que tanto la industria, como las administraciones y los consumidores continúen trabajando. Los unos para facilitar las infraestructuras y medidas necesarias y los otros, utilizándolas correctamente para aprovechar el valor de los residuos plásticos.
El objetivo es transformar el modelo de economía lineal en circular y conseguir así un aprovechamiento más eficiente de los residuos, que deben ser considerados como recursos y no dejar que se conviertan en basura marina. Así sería mucho más fácil avanzar en todas las formas de reciclado de los productos plásticos y evitar la inaceptable situación de los plásticos abandonados en el medio ambiente.
Si echamos la mirada atrás, hace más de 150 años los materiales plásticos nacieron como solución al reto medio ambiental de sustituir el uso de materiales escasos y poco sostenibles –como el marfil (que se utilizaba en la fabricación de bolas de billar, por ejemplo) o el carey (que se utilizaba para fabricar diferentes objetos de cuidado personal, como peines o espejos)-. Desde entonces, siempre que se han utilizado los materiales plásticos ha sido para aportar mejores prestaciones que las opciones que ya existían. Por su capacidad de reducir el peso manteniendo la resistencia; de ofrecer productos seguros e irrompibles a la vez que flexibles; de facilitar higiene y esterilidad en el entorno hospitalario, etc. los plásticos forman parte de nuestra vida y nos proporcionan seguridad, higiene, confort y progreso.
Esta versatilidad de los plásticos también es clave a la hora de gestionar correctamente el fin de vida de los productos, impulsando que se aproveche todo su valor y evitando que acaben en el medio ambiente.
En sus decálogos #NoCulpesAlPlástico y #DiseñadosParaProteger, las seis entidades no solo destacan la adecuación de los plásticos a la Economía Circular por su capacidad para ser reciclados, sino que también explican las ventajas de estos materiales.